Descubra y aprenda sobre una mejor alternativa a las reparadoras de crédito y no caiga en la ilusión de pagar sus deudas con este método.
En medio de la difícil situación
financiera que enfrentan muchas
personas, en la que las deudas y
sus intereses aumentan, surgen
las “reparadoras de crédito”, que
prometen ser alternativas para
aliviar las obligaciones financieras
y salir de las deudas.
Sin embargo, antes de confiar
ciegamente en esos servicios,
debe entender que no se trata de
una solución mágica ni un atajo para
evitar el pago de sus obligaciones.
Aquí le contamos qué son y qué
debería tener en cuenta antes
de acudir a una reparadora.
Las reparadoras de crédito son una
empresa o un tercero que promete
al deudor negociar mejores
términos con los acreedores, por ejemplo,
eliminar registros negativos o buscar
condiciones de pago más favorables.
Sin embargo, esto no significa que la
deuda sea condonada y el deudor se
libere de esa responsabilidad.
Además, las reparadoras suelen
cobrar una comisión o valor elevado
por prestar sus servicios.
La alternativa más efectiva y
económica es negociar
directamente con los bancos,
entidades financieras o
proveedores con los que tiene
una deuda pendiente por saldar.
Muchas veces estas entidades
están dispuestas a llegar a
acuerdos de pago más favorables
si ven que está dispuesto a
cumplir sus compromisos y
planes de pago.
¡No crea en
información falsa!
Si sus obligaciones se encuentran
en cobro jurídico, asesórese
directamente con el banco para
hallar soluciones que se ajusten a
sus necesidades. Recuerde que el
banco es el único que puede dar
el proceso por terminado.
Le recomendamos
tener una comunicación abierta
para encontrar las mejores
soluciones financieras para
resolver su situación. No deje
que falsos remedios le den un
alivio temporal;
Comuníquese con su banco y
tome el control de sus finanzas.
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